miércoles, 22 de agosto de 2012

Construyendo un código de ética intangible que busca 'revalorarse' a través de lo tangible para el uso de las TIC




“La creatividad se aprende igual que se aprende a leer”

Ken Robinson.



Por Martín Alvarez López

¿Qué se nos viene a la mente cuando nos referimos a un código de ética? Pues, a un conjunto de reglas que se tienen que ‘respetar’; a una forma de ‘valorar’ principios muy intrínsecos de la persona; así como a seguir un prototipo ideal de cómo se deben ejecutar las cosas, de acuerdo a los principios de una institución o marco en donde sea necesario ejecutarlas. Pues bien, y aunque parezca contrario al uso formal que se le conoce, es necesario que un código de ética en las TIC tenga un soporte, una base, un intangible en dónde apoyarse; pues sí, eso es lo que es: un intangible que busca revalorarse a través de lo formal, lo tangible.

Hablar de intangibilidad, o como diría (Echevarria, 2000), hablar de los valores como una realidad virtual “es decir, como una manifestación intangible que expresa su realidad a través de hechos perceptibles por los sentidos”. Y es pues, que si nos situamos en aquello que tenemos que catalogar dentro de un código de ética, hoy por hoy, como algo netamente valorativo y que se tenga que ejecutar dentro de las reglas de ética que todos conocemos, es necesario que se revisen ciertos elementos ‘antes’ de ejecutar los mismos, pues, quiérase o no, el aspecto virtual; o, mejor dicho, la cultura digital, mi cultura digital, tú cultura digital, y la que muchos, ahora, poseen, modifica el código de ética que quiera ponerse en marcha dentro de todo aquel espacio virtual que conocemos.

Para lo anterior tenemos tres aspectos fundamentales que representan el ‘antes’, o mejor dicho, lo intangible que busca revalorarse a través de lo tangible, y que ejecutan un código de ética para las TIC que, para este caso, se aplicará en un colegio:

  1. Libertad
Dentro del marco conceptual que hoy se vive, dentro del aprendizaje que encontramos al momento de aplicar la tecnología al aula, necesariamente, antes de ejecutar la acción ética, es decir, de ser explícitos en la regla, es necesario brindar un elemento que Hume genera a raíz de las prácticas en donde la persona construye su valoración o acción una vez que observa al otro. Algo muy característico, hoy en día, en el marco tecnológico. “Uno tiene pleno conocimiento de lo que ocurre en su propio escenario interno, pero ignora lo que acontece en el ajeno. Así, comprendo al otro cuando reconstruyo en mi escenario interior lo que sospecho que ocurre en el suyo”. (1)

  1. Ocio
Existe una cita de Aristóteles que me parece acorde para empezar este punto."tiempo libre" y ocio, afirma que solo cuando se hace uso de forma correcta y sabia el tiempo libre se transforma en ocio”. Para muchos, posiblemente, sea un arma de doble filo, dado que no generaría el aprendizaje que se busca en la currícula de todo centro de estudios. Sin embargo, para Richard Gerver, una de los mayores razones del porqué aplicar el ocio para el aprendizaje en la escuela se debe a que este representa “su hogar... Está en su rutina diaria, así que tendría que ser parte de su aprendizaje. Hay un matiz que no se debe olvidar, los niños no solo aprenden en la escuela. El aprendizaje informal se da a través de la tecnología, para que la parte formal tenga credibilidad no puede dejar de lado la tecnología”. (2)

  1. Oportunidad
Y, finalmente, algo que es sumamente importante es cuánta libertad y ‘oportunidad’ se dé a este proceso, posiblemente intangible y, como se diría en semiótica, ‘muy sensible’, pero del cual se puede sacar mucho provecho si es que se quiere llegar a establecer un correcto código de ética que esté acorde con la realidad y con la etapa virtual que nos toca vivir. A continuación, un video en donde se podrá observar cómo se puede trabajar lo tangible, o la lógica que proponemos aquí, como recurso que plantea aprender a leer a través de un libro, sobre el intangible que representa la creatividad de cómo puedo leer, razonar, desaprender y aprender, hoy en día, sin aplicar lo tangible.





Estrategia para la construcción de un código de ética en mi centro laboral.

Es necesario detallar, antes que todo, que en el colegio Santa Margarita de Surco, donde  actualmente laboro, algunos colegas aplican, en algunas clases, los teléfonos móviles para buscar información sobre un tema en particular, a través de una búsqueda no tutelada, sino que ellos se den cuenta de cómo debería ser la búsqueda, una vez que caen en el error, para luego aplicar el razonamiento de la tecnología y que esta sea dirigida para el aprendizaje que se busca.

Las estrategias son las siguientes:

  1. Reconocer qué imaginarios de aprendizaje tienen los chicos una vez que empieza el curso. Empezar con una pregunta sencilla: ¿todos cuentan con un celular en la actualidad?
  2. Contar con una banda ancha de Internet en el colegio para su fácil ingreso.
  3. Enseñarles cómo se encuentra, en la actualidad, el marco digital con respecto a la tecnología y los usos para el aprendizaje en el aula y fuera de ella.
  4. Detallar qué deben realizar, como parte del código de ética y qué no.
  5. Aplicar el móvil para el aprendizaje. Dejar que los estudiantes exploren e investiguen información que será relevante para el tema que se trabaja en el aula.
  6. Aquí viene el choque, o como diría Aristóteles, ‘el error’, pues es necesario que exploren’ el error’ como algo que generará aprendizaje. Aquí se busca que exploren y utilicen el ocio como para desplegar la libertad qué les hará decidir lo correcto de lo incorrecto.
  7. Paulatinamente, se utilizará el móvil más para la dirección que se busca: buscar información, y no tanto para el ocio que no genera aprendizaje para lo que se busca.
  8. Se refuerza, nuevamente, el código de ética propuesto.
  9. Se detalla que cada plataforma, cada tecnología, puede ser utilizada para un fin y un beneficio que genera ganancia en aprendizaje si se trabaja correctamente.
  10. Se genera una nueva forma de aprender a través de un código de ética.
Para reforzar esto último, les dejamos algo que tiene que ver con lo propuesto y que fue debatido en el Congreso Internacional Ciudadanía Digital, Palacio de Congreso Kursaal. Donostia San Sebastián 8 y 9 de mayo del 2012, con el tema: Smartphone y adolescentes: ¿amenaza u oportunidad?
Referencias:

(1)  Quintanilla, Pablo (2005). La ética, un asunto de sentimientos. Hume: el Newton de la ciencia moral. Suplemento de actualidad cultural El Dominical. Pag. 8.




viernes, 1 de junio de 2012

En busca del ‘aprendizaje abierto’ que todos llevamos dentro. (Carta para una educación abierta)



Carpe Diem (aprovechen el momento, chicos)”.

Death Poet Society


Por Martín Alvarez López


Es singular y a la vez compleja la forma cómo observamos a la escuela hoy. Por un lado está la visión del padre, quien desea que su hijo se eduque de la manera como se educó él, su padre, y sus ancestros; por otro lado se encuentra la visión del maestro, quien no sabe qué más hacer para que los chicos aprendan y obtengan el conocimiento que está en el plan curricular; y del mismo modo se encuentra el estudiante, quien aprende de la manera menos esperada: el ocio. Tres actores que buscan explicaciones y salidas; tres actores que buscan llevarse bien fuera de todo; tres actores que, al parecer, no tuvieran nada en común, sobre todo si a estos se les tratara de encausar  en un proyecto educativo que englobe una novedosa educación en pleno Siglo 21. No obstante, y aunque pareciera imposible esto último, sí lo tienen, se llama  ‘aprendizaje abierto’.

-Padre, ¿recuerdas la primera vez que viste una imagen por televisión, o que escuchaste una noticia por radio?

-Profesor, ¿recuerdas cómo se forjó en ti el llamado por el educar a un estudiante; tal vez al leer un libro, quizá?

-Estudiante, ¿recuerdas la primera vez que solucionaste un problema de matemáticas, o incluso cuando pasaste al siguiente nivel en Mario Bros? 

Las preguntas e introducción antes establecidas no son sino el reflejo de algo por lo que nos rompemos la cabeza a diario, cuando, sin querer y sin pensarlo, se encuentra a nuestro alcance y en nosotros mismos.

Es más, veamos lo siguiente:

¿Cómo aprendemos en la actualidad?


¿Cómo era el aprendizaje hace unos treinta años?


¿Cómo era el aprendizaje hace miles de años?



Es necesario ir por partes. ¿Cuál es el elemento que engloba a los tres actores antes descritos? Pues a través de ‘imaginarios’ que viajan y viajaron dentro del proceso de aprendizaje de una persona en diferentes épocas, con distintos grados de conocimiento y que se articulan entre sí. Para este caso podríamos hablar de ‘la tradición’ de Winograd (1), pues es necesario ver el problema desde la óptica que todo que aquello que se aprende, desde tiempos remotos, se reconfigura, no como piezas independientes, sino como elementos que toman la lógica de uno y aportan al siguiente, y que, necesariamente, eran útiles para el momento o situación dada. Ejemplo: en su momento existieron silabarios micénicos, hititas o chipriotas, de civilizaciones europeas antiguas, que establecían, a través de una escritura, el entendimiento del momento; más adelante, con el tiempo, se da el entendimiento a través de un libro, el cual viaja a través de gráficos escritos lineales, de izquierda a derecha, o viceversa de acuerdo a la cultura de origen; después existió algo que se llamó un cinematógrafo, hablamos de imagen en movimiento sin sonido; o una radio, es decir, sonido, pero sin imagen; luego una televisión en blanco y negro, y más adelante a color, que brinda imagen en movimiento más audio; un betacam; un VHS; una computadora DOS; un súper nintendo; el chat; Second Life, realidad aumentada, redes sociales, es decir, el ‘aprendizaje abierto’; el aprendizaje vasto, libre y sencillo que he conseguido a través de este proceso, en cada etapa, me ha permitido desplegar un conocimiento que se articula y que genera algo que 'hoy no se pone en práctica' con aquello que llamamos educación tradicional. 

Pero si tenemos algo que se llama ‘educación tradicional’ y observamos que el panorama ya no es el mismo, ¿por qué seguimos con esto?

A continuación un breve comentario que describí, en un post pasado, y que se resume en un debate entre Noam Chomsky y Michel Foucault, en donde se discutió cómo debería ser una correcta organización social, que esté libre de, como bien menciona, "de represión, opresión, destrucción, y coacción, y que existe en cualquier sociedad como la nuestra, como residuo histórico...", y que esté dirigido por un elemento fundamental que es parte de la naturaleza humana: la creatividad, la libre creación e investigación creativa de uno mismo. 


Otra referencia a tomar en cuenta es través de lo expuesto por Constantino Carvallo, en su ensayo “Los ojos de los cuervos”, y que pertenece a su libro Diario Educar, en donde se habla de la educación como un producto que solo refleja aprendizaje a través de las cifras. “Nos complace este triunfo de la visión economicista, o econométrica debiera escribir, pues nos da la ilusión de que la vida es controlable, que podemos manejarla y orientarla con solo saber interpretar adecuadamente lo que dicen las estadísticas” (2).

Jordi Adell mencionó, hace unas semanas, en su ponencia ‘Tecnología y pedagogía, dos caras de una misma moneda’, en el Congreso Internacional Ciudadanía Digital en Donostia-San Sebastián, lo siguiente: "Hacemos o somos una pedagogía del esfuerzo”. Es decir, y como bien remarcó luego: “somos aburridos en clase”, pues seguimos planteando un viejo modelo de enseñanza para una sociedad que tiene otro modelo de aprendizaje.


Ahora, estas son solo algunas de las razones del porqué, aún, no podemos articular, como proceso, la educación que todos recibimos en su momento, desde que tenemos uso de razón, con el aprendizaje abierto que hoy se plantea; en otras palabras, todavía no podemos observar, a plenitud, los imaginarios de ‘aprendizaje abierto’ que tanto nuestros alumnos como nosotros llevamos dentro, y que harían sencillo nuestro aprendizaje, de manera gradual, si los ponemos en práctica dentro de la educación.

No obstante, para hacer esto, y a manera de destacar el valor del aprendizaje abierto en la sociedad actual y de cómo las instituciones educativas podrían implementarlas, es necesario responder, antes que todo, a una serie de dudas que posiblemente el docente, el alumno, el director de un centro educativo o la misma persona que busca el autoprendizaje se plantean hoy en día:

¿Por qué?
Pues, como se mencionó anteriormente, el modelo con el cual se trata de impartir aprendizaje y conocimiento, hoy por hoy, ya no es el mismo y necesita ser otro; o, mejor dicho, es necesario situar esto como un eje que genera el aprendizaje bajo imaginarios de aprendizaje pasados, pero con propuestas del hoy. 

¿Con qué?

Esta pregunta tiene que ser sumamente vista y revisada, pues no todas las realidades educativas pueden plantear un cambio de aprendizaje abierto dentro de sus instituciones en donde se tome en cuenta a las tecnologías. Antes que todo, y como proceso, o como bien menciona (Monserrat, 2000:49), “la palabra tecnología va más allá de los artefactos”. Es decir, es necesario, antes de ponerla en práctica, ver a la tecnología no como la laptop o pc que tenemos al frente, sino como que la tecnología está relacionada con un cúmulo de prácticas y procesos sociales cambiantes a tomar en cuenta para la educación.

¿Qué?
Pues este sustrato, el cual me sirve, por ejemplo, a manera de blog; o, en tu caso, a manera de querer informarte, por ejemplo, por medio de un twitter, o facebook, o el portal de un web; e incluso si quieres crear algo nuevo y utilizar tu glooger para la elaboración de, como fue en su momento, el ‘papelógrafo’ que uno presentaba en clase. Sí, esta es la realidad y el imaginario que hoy pongo en práctica para el conocimiento y del cual me valgo para desaprender y volver a aprender.

¿Con quién o cuándo abrir la educación?

Esta pregunta responde aquellas dudas y explicaciones de los tres actores que se encuentran en el párrafo introductorio, pues el camino para un ‘aprendizaje abierto’, y dado que todos lo poseemos, tiene que partir por la unión colaborativa entre estos tres agentes de aprendizaje. Ahora, a esto, se le tiene que sumar una parte sumamente importante, por no decir la mayor si es que se quiere llevar a cabo el proceso o no, y es la parte de ‘gestión pedagógica. Para esto es necesario tomar en cuenta, como modelo que busca replantear los modos de enseñanza y de aprendizaje, lo propuesto por Kozma (2005), quien plantea cuatro caminos:

  • Las TIC para promover el acceso a la educación. Pero no involucra grandes cambios en sí, se busca que el conocimiento llegue a todas las personas.
  • Las TIC como centro del aprendizaje. Donde la tecnología promueve el desarrollo de actividades en los alumnos con el fin de prepararlo para asumir trabajos que requieren el uso de las tecnologías.
  • Las TIC para incentivar y potenciar la construcción del conocimiento.Para mejorar la calidad educativa y generar un impacto positivo en la educación que repercuta luego en el sistema económico.
  • Las TIC para la creación del conocimiento compartido. Con la finalidad de mejorar el sistema y promover un crecimiento sostenido de la economía y por ende de las sociedad. (3)

 A modo de conclusión, y para dejar en claro que cuando se busca y reconoce el ‘aprendizaje abierto’ que todos llevamos dentro se pueden lograr cosas increíbles, les presento estas dos situaciones en donde se plantea conocimiento, proceso, investigación y logro por medio de las tecnologías en el plano educativo en la actualidad:

El primero es una propuesta de aprender matemáticas a través de videos e interacción en red de Salman Khan, el cual es simplemente genial. 


Y el segundo se refiere al uso de los imaginarios en un colegio en el distrito del Callao, Lima – Perú, en donde los cuadernos fueron dejados de lado, para dar paso al aprendizaje a través de la tecnología.



Referencias:

(1)  Cuadra, Alvaro. (2003). De la ciudad letrada a la ciudad virtual. Santiago de Chile. Manuscrito inédito. Recuperado de:http://oei.es/publicaciones/gratis/cuadra_01.pdf

(2)  Carvallo, Constantino (2009). Diario Educar. Tribulaciones de un maestro desarmado. Lima. Editora Aguilar. Pag. 230.

(3)  Kok. (2005). “ICT Integration into classroom” a Literature review”. En:http://www.eadl.org/documents/2006/ICT%20Integration%20into%20Classrooms_KOK.pdf

Tomado de http://www.congresociudadaniadigital.com/es/ponencias/tecnologia-pedagogia.php Ponencia de Jordi Adell titulada: “Tecnología y pedagogía, dos caras de una misma moneda.

Tomado de http://www.youtube.com/watch?v=yshmwcL1Emo  Debate Michel Foucault vs Noam Chomsky.

Tomado de http://www.youtube.com/watch?v=JUFtqH4tiUk Salman Khan: usemos videos para reinventar la educación.

Tomado de http://elcomercio.pe/lima/1414566/noticia-colegio-callao-que-ya-no-se-usan-cuadernos El colegio del Callao en el que ya o se usan cuadernos. 



miércoles, 28 de marzo de 2012

Democracia deliberativa en las aulas

"Los niños de hoy son probablemente la generación más sofisticada que jamás haya existido". Richard Gerver. 


Por Martín Alvarez L.

Cuando observo un salón de clases, y con su alumnado interactuando de distintas formas y manifestaciones, no puedo dejar de pensar en qué ocurriría si volviéramos a los viejos y caducos registros de enseñanza en donde solo existió aquel, que hasta hoy lleva el nombre de ‘profesor’, que impartió el conocimiento y la sapiencia ante todo, manifestando en sus adentros un posible discurso como el siguiente: “Yo, como soy el profesor, sé más que tú, pues aún eres un alumno y no tienes mi capacidad”.

Ahora, lo anterior no es más que una simple ironía temporal; a lo que quiero llegar, es que si bien aún en distintas zonas, tugurios, salones o centros de enseñanza, se imparte una enseñanza bidireccional de aprendizaje sin ‘competencia educativa’, es decir, sin establecer el aprendizaje y el hecho comprobado del aprender de un alumno, tenemos que ser conscientes del mundillo en el cual estamos inmersos y que este nos ‘obliga’ a tomar en cuenta un término que, espero, se convierta, de ahora en adelante, en noción de los futuros formadores: democracia deliberativa.

Cuántas veces nos hemos preguntado lo siguiente: “¿Habrá entendido la lección de hoy este chico?” Y tal vez uno haya llegado a establecer lo siguiente: “Bueno, total, de un grupo de treinta alumnos, que aprendan veinte, es más de la mitad y es suficiente, ¿no?”

Si hablamos de democracia deliberativa, lo bidireccional con aprendizaje espontáneo está demás, por ello es necesario tomar en cuenta, primero, que si queremos que ‘todos’ los elementos en cuestión (alumnos, en este caso) tengan las mismas capacidades, el mismo desarrollo, la misma noción de aprendizaje, es necesario utilizar los mecanismos reales en tiempo real de enseñanza y conocimiento.

Es gracioso, pues, esos mecanismos que emergen y que hacen posible esta ‘deliberación’, en la actualidad, son parte ‘ya’ de nuestro subsistir; son parte ‘ya’ de nuestra convivencia emocional y de comunicación, en lenguaje, en códigos situacionales de opinión y de comentario. Mencionar a las redes sociales, al chat, a las wikis, a youtube, a los blogs, en fin, a todo aquello que resulte un mecanismo de aprendizaje de ‘algo’ que es masivo por excelencia, todavía no ha sido trasladado, del todo, como valor de conocimiento en la enseñanza.

Hace unos meses, en Lima, tuvimos la presencia del sociólogo canadiense Derrick de Kerckhove, discípulo del recordado teórico McLuhan, quien nos habló acerca de la posibilidad de tener un flujo de interacciones no solo masivas, sino también ‘precisas’, apoyadas por un sistema sofisticado de software, vinculado con enormes bases de datos; ahora, lo más estimulante de todo esto es que ‘nosotros’ somos, por medio de nuestros celulares, laptops, ipods, en fin, participes ‘ya’ de esto, puesto que, desde ayer, hoy y, tal vez siempre, seremos agentes deliberativos que vertimos información en tiempo real, y que nos hace participes, cuando queramos, de este gran aporte de Kerckhove que lleva como nombre el de inteligencias conectadas.

Basta solo mirar las opiniones y comentarios en los muros del Facebook y del Twitter, no importando el lenguaje con el cual se establezcan las ideas, pues es necesario que nos demos cuenta de que vivimos en una sociedad de deliberación, de discusión y de posición, y que los mecanismos de enseñanza bidireccionales, sin llegar a ser masivos y comprobables en aprendizaje, no están caminando de la mano con lo actual.

Una visión para todo esto: democracia deliberativa. El profesor imparte el conocimiento al alumno; el alumno aporta por medio de sus ideas al tema en cuestión (toda idea se respeta); ambos son agentes de cambio en la enseñanza; y el nuevo salón de clases tendría los mecanismos de aprendizaje con los cuales ‘jugamos’, por así decirlo, a diario.

Para una mayor reflexión sobre el tema, comparto con ustedes un 'video' del programa REDES, dirigido por el maestro Eduardo Punset, en donde se habla de la 'escuela del mañana'.